Este día había que no madrugar pero si levantarse un poco antes de lo habitual, la distancia hasta Pécs era de 215 kilómetros y el GPS indicaba tres horas de conducción, llegando a esta ciudad alrededor del mediodia.
Se trata de una de las ciudades más bellas de Hungría, encontrándose situada al sur poseyendo un microclima que la hace no padecer tanto frío en el invierno como en el resto del país pero en verano como en esta ocasión el calor llega a ser asfixiante.
En época romana fue la capital de la provincia de Pannnoia durante cerca de cuatrocientos años bajo el nombre de Sopianae. Posteriormente bajo la administración del Arzobispo de Salzburgo se pasó a llamar Quinque Eclesiae o la ciudad de las cinco iglesias.
Fue en esta ciudad donde se construyó la primera catedral de Hungría bajo el reinado Esteban I en el siglo XI. De igual manera en el año 1367 se fundó la primera universidad del país y una de las más antiguas de Europa.
Dejando el coche aparcado mas bien cercano a la calle Kiraly y viendo la hora que era, nos dirigimos hacia la misma en busca de algún restaurante para comer, no sin antes llegar a la Plaza Széchenyi. Nos encontramos bajo mi punto de vista, en una de las plazas más bellas de Europa. La misma con sus edificos con fachadas de unos colores pasteles sumamente actractivos, constituye el punto neurorálgico de la ciudad de Pécs.
En la misma se encuentran el Ayuntamiento de la ciudad. Se trata de una construcción que en primer lugar se levantó en 1698 aunque un incendio provocó que fuese reconstruido en 1710 con una sola planta. Posteriormente en 1834 se levanto en este mismo lugar otra construcción de estilo neoclásico en sustitución de la anterior, solo que esta vez tendría dos plantas y una torre. Por último ya en 1907 se reconstruyó en estilo neobarroco.
En la misma plaza se puede ver el Monumento a la Santísima Trinidad construido entre 1710 y 1714 comemorativo del final de la epidemia de peste que asoló la ciudad y reconstruído en 1908, unos metros más abajo veremos la Estatua ecuestre de János Hunyadi construida por Pál Pátzai en 1956.
Después de una vuelta por la plaza mencionada, volvimos a la Calle Kiraly con el objeto de comer algo, consiguiédolo hacer en un buen restaurante que en la actualidad ha cambiado de nombre y no se si también de cocina.
Terminado de comer y de la sobremesa, nos aventuramos con un calor de justicia a caminar por la calle mencionada, por cierto bastante comercial y peatonal, encontrándonos en la misma dos edificios merecedores de una mención.
Teatro Nacional inagurado en 1839 y cerrado por su mal estado de conservación en 1886. Sin embargo la idea de tener un teatro así, se pensó que para reconstruir o construir uno nuevo se recurriese a recaudar fondos mediante una tasa a la población, sin embargo esto no tuvo éxito y se tuvo que recurrir al préstamo, terminándose de construir en 1895. De nuevo tuvo que ser cerrado en 1986 para su renovación, tarea que duró cinco años. Fue renovado por última vez en 2011.
Iglesia de la Transfiguración, construida por la Orden Paulina con el monasterio adjunto, poni´rndose la primera piedra en 1741 y consagrándose en 1756, aunque las torres y la sacristía se terminaron de construir en 1779, siendo el conjunto abadonado en 1786 durante medio siglo.
En 1835 el Obispo Ignác Szepessy compró el conjunto restaurándolo para hacer un Liceo, por lo que los habitantes de Pécs la conocen tambien como Iglesia del Liceo. Igualmante el nombre de Iglesia de la Transfiguración, se debe a que durante la restauración anteriormente citada, se hizo la pintura que representa la Transfiguración de la Biblia.
Retrocediendo por la misma calle Kiraly, nos dirigimos de nuevo a la Plaza Széchenyi en cuya parte alta veremos la Mezquita Pashagazi Kászim, encontrándonos ante uno de los símbolos arquitectónicos de la ciudad de Pécs.
Construída por los turcos entre los años 1543-1546 con las piedras de la anterior iglesia gótica de San Jorge en plena época otomana a petición de Pasha Gazi Kasim, posteriormente a principios del siglo XVIII fue convertida en iglesia católica pasándose a llamar Iglesia Candlemas del Centro de la Santísima Virgen María.
El exterior típicamente turco, da paso a un espacio interior donde se combinan signos de las dos religiones en una admirable armonía, destacando la situación del Altar situado entre arcos árabes.
Cuando te vas acercando a Pécs, lo que más te llama la atención son las cuatro magnificas torres de su Catedral - Basílica de San Pedro y San Pablo. Los cimientos de la misma son según se ha calculado del siglo IV. Igualmente se puede considerar que entre los siglos VIII y IX en este lugar existió otro templo que el Rey Esteban I a principos del siglo X modificó, siendo consecuencia de esta restauración la construcción de las dos torres occidentales.
A causa de un incendio en el año 1064 se llevó a cabo otra nueva construcción en estilo románico, quedando los restos de la antigua como una sub-iglesia que hoy en dia es la cripta con arcos de medio punto y bóvedas de crucería que recuerdan muchísimo al estilo bizantino. Durante la edad media se construyeron las torres orientales que como sus gemelas occidentales tienen 60 metros de altura.
Del interior cabe destacar el Órgano realizado por la fábrica Angster que se ha ido ampliando paulativamente con el paso de los años. La construcción actual es consecuencia de la reforma habida entre los años 1882 y 1891.
Del exterior sobresalen las estatuas de los doce apóstoles obra de Mihály Bartalits colocados sobre la fachada sur.
Después de abandonar la catedral y viendo que ya quedaban muy pocas horas de sol, decidimos regresar a donde teníamos aparcado el coche. Sin embargo no pudimos con la tentación de recorrer una de las calles más típicas de la ciudad como es Ferencesek Utca. Calle llena de comercios, pequeñas terrazas de bares y muchos viandantes disfrutando de la buena temperatura a estas horas de la tarde.
El edificio quizás más importante de esta calle es sin dudas la Iglesia de San Francisco. Construida sobre otra del siglo XIV, cuyos muros fueron utilizados en 1718 hasta la construcción de la definitiva en 1760, aunque por circunstancias la torre se edificó dos años antes, es decir en 1758.
Terminado este pequeño recorrido por la calle mencionada ya si tomamos dirección al parking, toda vez que nos esperaban otras tres horas de viaje hasta Nemesnép y la mayor parte de las mismas ya de noche.