Dejamos Brescia dispuestos a comer en el camino antes de llegar a Carcassonne de la que nos separaban casi 900 Kms. es decir 10 ó 11 horas contando con las paradas obligatorias de comida y descanso, llegando al hotel pasadas las veintiuna horas.
A la mañana siguiente nos despertamos con el tiempo justo de ir a desayunar en el propio hotel, toda vez que sino, por el lugar de ubicación del mismo en un gran parque comercial a las afueras de la ciudad no podríamos hacerlo en ningún otro lugar. Una vez terminado el desayuno cogimos le coche en dirección a la Cité o Ciudadela donde dejar el coche en el gran parking que existe fue una odisea, mas de media hora para encontrar un sitio del que saliera otro vehículo.
Una vez fuera del parking se encuentra un puesto de información y a sus espaldas un Cementerio con las puertas abiertas, lo cual dada mi afición a la fotografía de estos lugares no dude en entrar. Igualmente desde este mismo punto se pueden obtener unas bonitas vistas de las murallas asi como una buena perspectiva de la doble muralla que rodea la ciudadela.
Unos metros antes de entrar a la Ciudadela por la Puerta de Narbona, nos encontramos con la Escultura de Madame Carcas y su leyenda:
En el siglo VIII la ciudad se encontraba bajo el dominio del rey sarraceno llamado Ballak cuando Carlomagno decide poner sitio a la misma para devolverla al rey franco. Ballak es asesinado al poco de comenzar el asedio y toma el mando su esposa Madame Carcas. El tiempo fue pasando y la ciudad resistía hasta principios del sexto año en el que la comida y el agua empezaban a escasear, encontrando entre lo poco que quedaba a un cerdo y un saco de trigo, ocurriéndosela la idea de alimentar al cerdo con el trigo y luego tirarlo desde la torre más alta de las murallas. Mientras que el cerdo engordaba, hizo unos muñecos de paja y los colocó en las almenas tirando flechas con ballestas desde el interior de modo que Carlomagno creyese que todavía tenían un ejercito numeroso.
Llegado el momento se tiró al cerdo como lo tenían previsto y al ver Carlomagno como el cerdo estaba lleno de trigo, pensó que la ciudad tenía el suficiente trigo como para tirar cerdos alimentados con trigo por lo que levantó el asedio. Al ver a las tropas abandonar, Madame Carcas hizo sonar las trompetas y las campanas de la ciudad, siendo entonces cuando uno de los soldados de Carlomagno gritó "¡CARCAS SONNE!" y de ahí el nombre de la ciudad. El nombre de CARCAS proviene de cuando en el siglo 122 a.C. los romanos fortificaron el Oppidum (lugar elevado) sobre el que se asienta la ciudadela llamándola CARCASO.
La historia de Carcasona es tan amplia que solo voy a dar una pequeñas pinceladas. Como se ha mencionado anteriormente el origen es romano, visigótico entre los años 460-725, sarracena entre 725-759, feudal bajo la dinastía de los Trencavel entre 1194-1209, años en lo que se desarrolla el catarismo, siendo en el último año citado en el que sufrió y sucumbió ante un asedio de las cruzadas propiciadas por el Papa Inocente III, siendo entregadas la ciudad y las tierras a Simón de Montfort líder de la cruzada, aunque posteriormente en 1224 pasaron a manos de la corona de Francia. Bajo los reinados de luis IX, Philippe Le Hardi y Philippe Le Bel, la ciudad toma la apariencia con la que se ve en la actualidad con estrechas calles y pequeñas plazoletas. La muralla tiene tres kms. de longitud y 52 torres, parte de ellas galo-romanas.
Con el tratado de los Pirineos entre España y Francia, la frontera que hasta entonces entre ambos países se localizaba aquí fue retrocedida hasta su ubicación actual propiciando su abandono, siendo en el siglo XVIII un misero barrio de la ciudad nueva. En el siglo XIX gracias al arquitecto Eugène Viollet-le-Duc que se encargo de reconstruirla siguiendo planos y documentos históricos logró una impresionante reconstrucción, siendo en la actualidad la Ciudad fortificada mejor conservada de Europa.
Dentro de la ciudadela amurallada, aparte de sus estrechas calles calles y plazas por cierto bastantes masificadas y con casi todas las casas dedicadas al turismo, se pueden ver dos construcciones merecedoras de una visita:
Castillo Comtal construido en el siglo XII por los Vizcondes de Trencavel apoyado en las murallas, de forma cuadrangular constando de dos edificios en forma de L. Se accede al mismo por un puente de piedra, antecedido por una gran Barbacana semicircular que se extiende desde una empalizada hasta el foso, que servía en caso de un ataque cuando el enemigo sobrepasara las murallas, se encontrase en este espacio a merced de los arqueros que desde los Cadalsos que eran galerías de madera situadas en lo alto de la muralla donde se alojaban los citados arqueros. Estas galerías entonces de madera, se construyeron posteriormente en piedra para evitar los posibles daños ocasionados por el fuego, recibiendo el nombre de Matacanes.
En el interior del castillo diversas salas hacen de museo con la historia de la ciudadela y del castillo, aparte de poder recorrer parte de las murallas y observar algunas de sus torres, entre ellas la torre vigia llamada Torre Pinte.
Basilique des Saints Nazaire et Celse empezada a construir en 1096 con la bendición de los materiales del Papa Urbano II sobre los restos de un antiguo templo carolingio terminada en 1130, quedando de esta primitiva construcción la Nave y el Portal de entrada.
A partir de 1269 se decidió ampliar el templo con la construcción del coro y la remodelación del crucero todo esto ya en estilo gótico. De su interiror cabe destacar el Órgano de los siglos XVII y XVIII y las Vidrieras de los siglos XIII y XIV consideradas como las más bonitas del sur de Francia.
Con una vuelta completa de nuevo al interior terminamos esta visita encaminándonos en busca de un lugar para comer, cosa que hicimos en uno de los restaurantes de la Plaza Marcou aunque que tuvimos que aguantar la lista de espera.
A pesar de la espera mencionada, terminamos de comer a una hora en la que aun nos daba tiempo de ir a la cercana Narbona apenas a 60 kms. de distancia mas o menos tres cuartos de hora, por lo que nos decidimos finalmente a ir para allí.
La Catedral de San Justo y San Pastor con sus 41 metros es la tercera más alta de Francia. Se empezó a construir en 1272, pero debido a que lo planos requerían la demolición de una parte de la muralla para seguir construyéndola, el Consejo de la Ciudad impidió su ejecución completa por temor a la invasión inglesa y la consiguiente derrota, quedando en 1340 como se ve en la actualidad, tan sólo se completaron el crucero, la girola, varias capillas y el coro, sin embargo faltaba la nave y la portada. Construcción bastante de difícil fotografiar exteriormente, toda vez que se encuentra dentro del conjunto del Palacio de los Obispos con lo que el angulo para la toma salvo con un objetivo gran angular se torna bastante dificultosa. Poco a poco la tarde iba avanzando y la climatología complicándose por lo que decimos volver a Carcasona, cenar algo antes de irnos al hotel para descansar, ya que a da siguiente nos iríamos a Madrid con la consiguiente terminación del viaje.