Monflanquin se encuentra situada en el Departamento de Lot - Garona en la región de nueva Aquitania, su historia comienza en 1252 cuando Guillaume Amannieu, señor de Calviac, cedió a Alfonso de Poitiers, conde de Toulouse y hermano de Saint-Louis, la montaña de Monflanquin, para fundar allí una Bastida

El acuerdo se sella en un contrato que prevé el reparto de los ingresos de la ciudad entre los dos socios, así como el plan de la ciudad futura.

Los bloques residenciales están delimitados por calles dispuestas ortogonalmente. El acuerdo se encuentra actualmente conservado en la Oficina de Registro Público de Londres, encontrándose en al lista de los Pueblos más bonitos de Francia

Las Bastidas son creadas principalmente en el suroeste en Aquitania y Occitania entre los años 1220 y 1370 siendo su periodo principal entre 1250 y 1290. Se tratan de fundaciones de pequeños núcleos de población creados a partir de una carta de franquicias y costumbres administrados por jurados o cónsules que reparten los beneficios obtenidos por impuestos a los socios fundadores.

La construcción de las mismas tiene las características de que son de planta de tablero de ajedrez con calles rectas que se cruzan en ángulo recto, todas las parcelas de la misma superficie con una gran plaza central cuadrada o rectangular generalmente soportada.

La carta de costumbres de 1256 permitía gobernar a 6 consejeros el pueblo, elegidos por los administradores. Vivían en el pueblo, eran Católicos y gobernó la Bastida durante un año. Ellos formaron el jurade que se ocupaba de las obras públicas, subía los impuestos y castigaba la gente que no respetaba la carta de constitución de la bastida.

Comenzamos nuestra visita en la Plaza de las Arcadas epicentro de esta localidad. Se encuentra perimetrada por soportales con arcos de medio punto y otros apuntados o ojivales como la mayoría de las bastidas, sin embargo a diferencia de algunas de ellas no tiene en su centro un pequeño espacio cubierto soportado por columnas que servía y sirve para los mercadillos. En su lugar existe un espacio embaldosado donde desde 1256 cada mañana de los jueves se pone un mercadillo, que a su vez en el mismo día pero por la tarde se pone otro mercadillo con productos locales. Igualmente fuera de esos días y horarios, los establecimiento existentes aprovechan las galerías para exponer sus productos.

En una de las esquinas de la plaza se encuentra la casa, conocida como la casa del Príncipe Negro, es la más sobresaliente de toda la Bastida. Sus bóvedas de crucería y su doble aberturas dan a la plaza. Hijo del rey de Inglaterra Eduardo III, el “Príncipe Negro” que también había derrotado a Jean le Bon en Poitiers en 1356, pasó a hospedarse en esta casa. Se le dio este apodo por su armadura negra.

Dando una pequeña vuelta nos encontramos con las típicas casas con entramado de madera. Los primeros habitantes de Monflanquin construyeron su casas en madera, zarzo y barro, ladrillo y piedra. Las plantas superiores se utilizaron como viviendas, eran estructuras construidas con vigas y marcos de madera. La galería porticada de la planta baja, formada por de piedra, se utilizaba para el comercio.

A pocos metros de Plaza de las Arcadas en la rue Saint Pierre se encuentra un reloj de sol del que se desconoce su origen, lo único que se sabe por las inscripciones en el mismo que fue restaurado en los años 1912 y 1982.

La Biblia menciona relojes de sol entre los faraones. Los árabes lo introdujeron en Occidente en el siglo XV. En nuestro campo, artesanos especializados las elaboran en casas o graneros.

Mirando hacia el sur, indica la hora una hora antes y una hora después del mediodía, con el único propósito de poner en hora los relojes. Probado el 22 de julio de 1990, al mediodía, avanzó 2 minutos.

Continuando callejeando nos encontramos en la rue Sainte Marie en la que se encuentra un Templo protestante.

Los Protestantes o Hugonotes marcaron la historia de Monflanquin donde el protestantismo se hizo poderoso. Durante un tiempo, los protestantes se establecieron en la mitad de la iglesia para ejercer sus oficios dejando la otra mitad para los católicos.

En 1673, con piedras de las murallas, pudieron construir su templo que fue demolido tras la Revocación del Edicto de Nantes. En 1806, un decreto de Napoleón les asignó la capilla de los Agustinos. El frontón actual, la biblia y la cruz datan de 1876, la fachada y el interior fueron restaurados en 1990.

Para terminar la visita a Monflanquin nos encaminamos hacia la iglesia de Saint-André donde dejamos el coche en el parking existente en la Place du Cap del Pech.

La iglesia fue reconstruida entre 1256 y 1290 con la longitud aproximada que la actual, sobre la capilla del castillo que se encontraba en este lugar en el siglo X. Reconstruida a principios del siglo XVIII por el Obispo de Agen se perdieron cinco de la siete capillas que tenía en origen, conservándose el ábside y la fachada principal aunque también se perdió altura en sus muros.

En 1853 la iglesia sufrió otra reforma levantando los muros y algunos retoques más. Sin embargo no fue hasta 1860 cuando tomo su forma actual aunque al poco de esto un rayo alcanzó al campanario que fue de nuevo reconstruido en 1923 con un muro porticado y almenas en su parte superior entre los dos torreones.

El interior es de una sola nave con bóveda de crucería con el altar en medio del ábside. El órgano fue construido para la iglesia de Bergerac en 1855 por Philippe Bessodès, siendo trasladado Monflanquin en 1867.

Textos traducidos de los paneles explicativos colocados en diversos puntos de la ciudad.